viernes, 18 de julio de 2014

CFE seguirá como dominante en sector energético

Enrique Ochoa Reza, director general de la Comisión Federal de Electricidad. Foto: David Hernández
Analistas prevén que las inversiones se den paulatinamente

Aun cuando la Ley de Electricidad permite la entrada de capitales privados para la generación y distribución de energía, será la Comisión Federal de Electricidad (CFE) quien se mantendrá como la empresa dominante del mercado, lo que podría poner en riesgo la construcción de competitividad que se busca para reducir el costo tarifario a los usuarios finales.

Es así que los beneficios que buscan con la reforma energética podrán verse hasta dentro de diez años, ya que las empresas privadas invertirán de manera lenta hasta que no se tenga una amplia infraestructura de ductos y del mismo modo mejores costos del gas natural, siendo este el principal combustible para la generación.

Analistas del sector, aseguran que aun cuando la CFE deberá dar parte de su infraestructura al Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), se mantiene como el ente predominante para la generación de electricidad por su diversificación de tecnologías.

Sobre el tema, Rolando Fuentes-Bracamontes, director general de Verde Economista, menciona que las primeras inversiones podrían estarse viendo hasta después de 2018, pero esto no implica que proliferarán o que las nuevas plantas entrarán en operación en dicho año.

Por ello, asegura que la meta de ver reducidos los precios de la energía para los consumidores finales, no podrá alcanzarse en el corto plazo.

Explicó que la cadena de valor de la industria eléctrica se conforma por la generación, transmisión, distribución y la venta al público, los cuales ya se han convertido en mercados potenciales con la apertura que ya permite la reforma energética.

“El mercado eléctrico no es único, pues se compone de diferentes demandas que tiene durante el día y las estaciones del año, CFE puede competir en cada uno de esos segmentos, pues la demanda y la generación dependen de la tecnología”, dijo Rolando Fuentes-Bracamontes.

Ante ello, el especialista asegura que en el sector de generación, la CFE se mantendrá como figura dominante por la capacidad y tecnología que ahora tiene.

Con base en esto, Fuentes-Bracamontes considera la dominancia que mantendrá la Comisión, podría ser un riesgo a los niveles de inversión que se esperan por parte de la iniciativa privada.


Competencia

“Las nuevas empresas podrían erosionar poco a poco la capacidad de la CFE, invertirán, pero no de una forma masiva en los siguientes años. Invertirían en un poco de capacidad para ver cómo funciona el mercado, y mientras CFE retira plantas ineficientes, pero eso tomaría mucho tiempo y los precios no bajarán ni en seis años”.

Por otro lado, Jaime de la Rosa, presidente de la Asociación Mexicana de Energía (AME), reconoció que la CFE sí se mantendrá como un ente dominante, principalmente porque será el encargado de suministrar la energía a los usuarios domésticos, con el objetivo de garantizar el suministro aun en las zonas más apartadas del país, de tal forma que contará con una plantilla de clientes muy superior a cualquier empresa privada en el mercado.

Dijo que ninguna empresa particular puede llegar a algún municipio donde los consumos no son económicamente atractivos para hacer una planta o llevar un contrato bilateral.

“La manera que vayamos transitando hacia ese mercado, le va a dar a la CFE la preponderancia, será un jugador dominante. Sí, tiene que serlo y los privados tenemos que competir con la CFE en condiciones iguales”, comentó Jaime de la Rosa.


Según Miriam Grunstein, investigadora del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), que la Comisión Federal de Electricidad  pierda la dominancia en el mercado, será un proceso complejo y tardado, pues aun cuando cede parte de su infraestructura al Cenace, se mantendrá como la empresa con mayor capacidad para la generación y venta de electricidad en el país.

Insistió en que el objetivo principal de la reforma en materia de energía es el de beneficiar a los usuarios finales, tanto domésticos como industriales, por ello una de la premisas que considera relevante evitar, son las distorsiones del mercado por parte del Estado.

También son un riesgo las “distorsiones, es decir, que el Estado se meta porque los costos se le salen de control por una incapacidad de regular al mercado mayorista, pues la tarifa usuaria necesariamente tendrá que subir y eso no lo va a permitir el Estado por los costos políticos que representa”, explicó Miriam Grunstein.

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