FUENTE DE: http://zonadeemprendedores.bligoo.com.mx
Ravenna. Nombre y método, doctor y receta mágica. Nutricionista y solución al problema de tantos. O como usted quiera llamarle. El doctor Máximo Ravenna se ha hecho famoso por desarrollar un método de adelgazamiento que hace estragos en la farándula argentina, y que lleva su nombre. Y que lo ha hecho millonario.
El método Ravenna se asienta en una dieta hipocalórica, para la cual están especialmente preparadas las “viandas” de alimentos, y además requiere un grupo diario de sustento (o tri semanal a lo sumo) porque llevar el modelo de la internación a la vida pública implica tener que construir alguna realidad que lo permita. Dentro de una clínica donde los pacientes permanecen internados los resultados suelen ser rápidos y exitosos, pero cuando salen y se enfrentan a los horarios y las tentaciones cotidianas, la cosa suele fallar. Es por eso que la internación no está dentro del método, y es reemplazada por las sesiones frecuentes son el combustible necesario para seguir adelante, el apoyo incansable de los profesionales que están sosteniendo a cada paciente en su lucha diaria contra la obesidad.
Su imperio está en constante crecimiento. Él dirige su centro de Capital y supervisa las franquicias. Ya suman catorce sedes los “templos” Ravenna: están en San Isidro, Tucumán, Bahía Blanca, Rosario, Santa Fe, Venado Tuerto, Salta, Neuquén, Asunción del Paraguay, Salvador de Bahía, San Pablo, Montevideo y Madrid. Además, el doctor controla el servicio de viandas que, avisa, “no lo exploto yo, lo di en concesión a ex – pacientes”. Y la marca se completa con títulos de libros: acaba de salir al mercado el sexto, En un abrir y cerrar de boca.
Hablemos de números: el primer mes de tratamiento Ravenna cuesta alrededor de $2.030 por las consultas médicas: nutricionista, clínico, psicólogo… Luego, cuando sólo se abonan los grupos, el arancel depende de la frecuencia. Por cuatro reuniones semanales del CLAVE, se pagarán $1.760 al mes. A esto habrá que sumarle la comida: las pequeñas bandejitas deviandas hipocalóricas se pueden comprar en el restaurante de la clínica y vienen en combos de desayuno, almuerzo, merienda y cena al módico precio de $460 semanales. Y, para más gastos, se pueden añadir a la factura tratamientos de estética, CDs con la grabación de los grupos, las escapadas Ravenna de fin de semana o algún libro del doctor. “¡No es caro! –se enoja el doctor- en todo caso, mi métido es costoso, porque cada tratamiento tiene muchas horas/hombre de trabajo metidas. A la larga, si tenés en cuenta el corto tiempo que lleva llegar a los logros, es barato”.
Si él lo dice… mal, por lo que vemos, no le va. Habrá que escuchar los consejos de este gran emprendedor.
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