Mientras la demanda del líquido continúa aumentando al ritmo que escasea, también nace un nuevo mercado para comercializarlo.
El índice bursátil S&P calcula en 11% de crecimiento
anual al sector de agua desde 2001. A pesar de los múltiples subsectores
impulsados por el consumo del líquido vital, el del agua embotellada es, de
forma simultánea, uno de los más rentables y polémicos. Paradójico porque la
demanda aumenta de forma significativa y sólo en Latinoamérica se ha
multiplicado por 10 durante el siglo XX - y según el Programa de las Naciones
Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la la escasez afecta cada vez más a
países como China y la India, que no se encuentran en las regiones más áridas
del planeta (África y Medio Oriente), donde la carencia de agua ya es una
realidad.
En México, la inversión en presas, acueductos y sistemas de
drenaje, han desembocado en la creación de algunos de los proyectos de
infraestructura más ambiciosos a nivel nacional y regional, entre ellos, la
planta de aguas residuales de Atotonilco, Hidalgo, que tuvo un coste de 710
millones de dólares (mdd) o el Emisor Oriente, el túnel de drenaje más grande del
mundo, con 62 kilómetros de longitud y un costo de mil 240 mdd.
Agua embotellada
El agua embotellada, un mercado que supera los 100 mil mdd,
tendrá un crecimiento de 2 dígitos, lo que abre oportunidades en un subsector
en donde la demanda crece más rápido que en el de otras bebidas, como el café y
el alcohol.
Por regiones, las ventas de agua embotellada crecen de forma
más acusada en Asia y América Latina. Por contraste, Europa es el mercado que
menos crece. Mientras que Estados Unidos es el principal consumidor de este
producto, con 136 litros anuales por persona, en promedio.
No obstante, conforme el sector de agua embotellada madure,
también lo hará su regulación y las preferencias de los consumidores. Según un
informe del Monitor de Agua y Alimentos (Food and Water Watch por su nombre en
inglés), en el año 2009, casi la mitad de toda el agua embotellada procedía de
fuentes de agua públicas, como tuberías o grifos, lo que obligó a marcas como
Aquafina, de Pepsi, o Nestlé Pure Water, a identificar en su etiquetado el
origen del líquido, para que no fuera confundido con agua de manantial
embotellada.
Por otro lado, la Food and Drug Administration (FDA) de
Estados Unidos aplica mayores controles al agua ‘de la llave’ o de grifo que al
agua embotellada, sin embargo, más controles al proceso de embotellado, la
pureza del agua y su filtrado pueden ser impuestas en un futuro. De hecho, tras
un estudio oficial aplicado por un organismo de control estadounidense, los
resultados demostraron que el 20% de las marcas de agua embotellada contenían
más bacterias que el agua corriente utilizada en Estados Unidos. Este dato
contrasta con el principal motivo de compra de agua embotellada, pues, según
una encuesta del Instituto Gallup, casi 9 de cada 10 personas tiene más
confianza en el agua embotellada que en la ‘de la llave’.
Escasez en 2025
El Instituto Internacional de Administración de Agua (IWMI
por asus siglas en inglés) afirma que para 2025 mil 800 millones de personas
vivirán en países o regiones donde habrá escasez de agua. Aunque África y Medio
Oriente serán las regiones más afectadas, dentro de 13 años el líquido vital
también escaseará en China y la India. Esta realidad provocará nuevas
inversiones en sistemas de desalinización y tratamiento de agua, además de un
aprovechamiento más eficiente a partir de diferentes dispositivos de ahorro.
El equipo de Citi Investment Research & Analysis ha
identificado varias tendencias de inversión relacionadas con el agua, además
del subsector de agua embotellada.
Según los investigadores de Citi, la falta de inversión en
infraestructura básica de agua requerirá una reforma que, en sí misma, puede
requerir más de un billón de dólares de inversión, es decir, casi el 100% del
PIB de México en un año.
Sólo en América Latina, los cálculos de expertos en la
materia, como Abel Mejía, se elevan a 80 mil mdd en infraestructura hídrica y
45 mil 500 en programas de suministro.
Equipo e industria
La perforación hidráulica de pozos petroleros requiere entre
11 mil y 18 mil millones de litros de
agua, de los que un 80% se vuelve tres veces más salada que el agua marina
después del proceso de extracción del crudo.
Las desalinizadoras tendrán una mayor demanda conforme su
costo se reduzca. Sin embargo, el mercado para este tipo de tecnología crece a
un cercano al 15% anual, según un estudio elaborado por la empresa Jefferies.
Mientras que la oportunidad de inversión en equipos de tratamiento de agua de
desperdicio puede alcanzar los 50 mil millones de dólares (mdd), según el
reporte de Citi.
Por su parte, una de las principales empresas de filtro de
agua, Dow Water & Process Solutions, calcula que su crecimiento anual será
del 10% durante, al menos, los próximos cinco años.
El subsector de productos químicos para tratamiento de agua
alcanzó 14 mil mdd en 2010, y crecerá a un ritmo del 5% anual durante los
próximos años. Mientras que el tratamiento de agua de residuos industriales se
prevé que aumente entre 10 y 20% en países como México, en un subsector que
factura 65 mil mdd, según Jefferies.
Las bombas y válvulas de agua son otros de los productos que
verán un incremento en su demanda de mercado de entre un 5 y un 6%. En tanto
que la construcción de nuevas tuberías podría crecer más de un 7% anual, según
el mismo estudio. La falta de inversión y de renovación de este tipo de insumos
detonará una gran inversión en los próximos años, afirma Citi. Y, dentro de
este subsector, se prevé que los sistemas de distribución de agua crezca entre
un 10 y un 15% en países emergentes o en desarrollo, mientras que la tasa de
reemplazo de infraestructura existente puede superar el 45% hacia el año 2020
-Jefferies-.
El aumento de población también requerirá de un incremento
en el agua de riego para la producción de alimentos y productos agropecuarios,
calculada entre un 6 y un 8% anual en los próximos años.
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