lunes, 6 de mayo de 2013

El diseño de interiores: una actividad poco explotada

El diseño de interiores es una actividad “poco explotada” en los ámbitos académico y profesional de México, por lo que es vital reconocerlo como una acción orientada al servicio de la sociedad con un solo propósito: Construir mejores entornos habitables para los individuos.

El maestro Alejandro Viramontes Muciño, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y organizador del Ciclo de conferencias sobre Arquitectura y Diseño de Interiores refirió que suele creerse que el diseño de interiores sólo debe emplearse en viviendas, oficinas o lugares de esparcimiento.

Con todo, más allá de ser un simple elemento de decoración, esta disciplina se enfoca en los aspectos visuales, texturas, aromas (plantas y flores) y sonidos, los cuales determinan si un entorno es agradable, aseveró el investigador del Departamento de Procesos y Técnicas de Realización de la Unidad Azcapotzalco.

Por eso mismo, Viramontes Muciño planteó que los diseñadores deben cuidar en sus proyectos no sólo el aspecto estético, “sino también el climático, acústico y sustentable”, ya que en la actualidad las demandas por parte de los usuarios se perfilan hacia un mejor confort dentro del espacio y la reutilización de materiales.

En los conjuntos habitacionales, resaltó el coordinador del Diplomado en Diseño de Interiores de la Unidad Azcapotzalco, ya se toma conciencia de la importancia del diseño de interiores, al introducir determinados acabados, como claros de ventanas y aspectos que no significan demasiados cambios en el proceso y desarrollo de la edificación, pero que dan una sensación distinta.

Jugar con la iluminación natural y artificial y con los terminados es un buen inicio en el desarrollo de este campo, para después tratar de ocuparse de los mobiliarios. Se trata de un proceso que los mismos desarrolladores tienen que incluir en sus espacios, indicó el organizador de este ciclo de pláticas que reunió a nueve de los mejores profesionales de estos campos del país en diálogo con la comunidad universitaria metropolitana.

En su participación Javier Sordo Madaleno, uno de los mejores exponentes de la arquitectura contemporánea en México y presidente de la reconocida firma fundada en 1937, relató que en 1982 erigió su primera obra cuando tenía 27 años: El Centro Cultural Arte Contemporáneo, que fue utilizado como sala de prensa durante el Mundial de Futbol en 1986.

Del Hotel Westin Regina, en Los Cabos, Baja California, que construyó en 1993, indicó que en su diseño figura una enorme estructura que une dos montañas con un hueco para ver el mar. Todas las habitaciones tienen una vista muy buena, deseábamos crear un entorno semejante a un oasis, explicó.

Respecto a la Plaza Antara (término que significa “alma, corazón, espíritu supremo”) refirió que la idea fue hacer un centro comercial simulando un recorrido por una calle; desarrollar un lugar donde la gente pudiera caminar y sentirse a gusto en un ambiente urbano.

Sordo Madaleno recordó los cuestionamientos recibidos por concebir un centro comercial “abierto” en una ciudad como la de México en donde llueve casi todo el año y explicó: “Para mí el concepto era un paseo, siento que cuando caminamos en la calle a veces nos mojamos, hace frío o calor, lo que le da otra característica a la plaza”.

Entre los diseñadores de interiores del país que dialogaron con profesores y alumnos estuvieron también Víctor Legorreta, Juan Francisco Serrano, Roy Azar, Mónica Raya, Miguel Ángel Aragonés, Jacobo Balas y Ezequiel Farca, cuyas trayectorias los colocan como los arquitectos y diseñadores más conocidos de México.


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