TOKIO.- Boeing dijo que sus aviones 787 Dreamliner podrían volver a volar en pocas semanas con un sistema de baterías mejorado para eliminar el riesgo de incendio y se mostró confiada de que la autoridad de aviación de Estados Unidos aprobará pronto las modificaciones.
Boeing dijo el viernes que espera que las pruebas sobre los arreglos realizados al Dreamliner concluyan "dentro de una o dos semanas", con lo cual la vuelta de los aviones al funcionamiento sería en semanas, no meses.
"Deberíamos poder terminar esas pruebas en la próxima semana o dos", dijo Ron Hinderberger, vicepresidente de ingeniería del 787-8 de Boeing Commercial Airplanes, en una conferencia de prensa el viernes.
Sin embargo, los reguladores japoneses inmediatamente advirtieron que ese lapso era imposible de predecir, en parte porque los investigadores siguen sin saber qué fue exactamente lo que causó el sobrecalentamiento de las baterías de iones de litio.
"En este momento no estamos en posición de decir cuándo van a reiniciarse los vuelos", aseguró Shigeru Takano, director de seguridad de transporte aéreo en la Oficina de Aviación Civil (CAB, por su sigla en inglés), que evaluará la solución propuesta por Boeing.
De todos modos, la afirmación de Boeing produce un cambio en las fechas de mayo o junio esperadas por las aerolíneas y parece poner presión sobre los reguladores para brindar una rápida aprobación de las modificaciones en las baterías.
Fuentes de la industria informaron que reguladores estadounidenses dijeron que esperan un calendario de pruebas más prolongado para asegurar que el avión es seguro.
Los reguladores ordenaron que los 50 Dreamliners en servicio permanecieran en tierra desde enero, después de un incendio de la batería a bordo de un 787 de Japan Airlines Co Ltd en el Aeropuerto Logan de Boston y de un segundo incidente con la batería en un vuelo de All Nippon Airways Co Ltd en Japón.
Boeing, que tiene la aprobación de la Administración Federal de Aviación (FAA, por su sigla en inglés) para probar el sistema de batería y obtener su certificación, dijo el viernes que protegerá el rediseñado equipo energético con una caja de acero con aislante, materiales resistentes al calor y orificios de drenaje para quitar la humedad y ventilar cualquier tipo de gas de sobrecalentamiento.
"Si miramos el proceso normal y el modo en que trabajamos con la FAA, y apuntamos a las pruebas que están delante nuestro, es razonable esperar que podamos estar de vuelta en el aire en semanas, no meses", declaró Mike Sinnett, ingeniero jefe de proyectos para el programa del 787 a periodistas en Tokio.
Pero la CAB -contraparte de la FAA en Japón- desestimó la predicción de Sinnett al señalar que es demasiado pronto para decir cuándo reanudarán sus operaciones los 787.
Las investigaciones de los reguladores de transporte en Japón y Estados Unidos aún siguen en curso.
Los investigadores podrían no descubrir nunca la causa fundamental de las fallas, indicó Sinnett.
"Debido a que no hallamos una causa inicial, nosotros vimos todo lo que podría impactar a una batería y preparamos un amplio paquete de soluciones", dijo Sinnett.
El equipo energético reforzado puede resistir 80 posibles malos funcionamientos que cubren todos los potenciales escenarios de fallas que los ingenieros de Boeing pudieron imaginar, remarcó Sinnett.
Boeing ahora se encuentra en alrededor de un tercio del proceso de certificación de la nueva batería, informó Sinnett.
El productor de aviones también mejorará el control de calidad para los productores de componentes de batería, la japonesa GS Yuasa Corp y la francesa Thales SA . También instalaría un nuevo cargador que mantendría un nivel de voltaje más ajustado para prevenir el posible sobrecalentamiento.
"Yo tendría a mi familia, mi esposa y mis hijos, con gusto viajando en este avión", expresó Sinnett.
"Inapropiados"
Takano, miembro de la CAB, dijo que los comentarios de Sinnett sobre la investigación sobre la batería eran "inapropiados".
Los investigadores todavía seguían analizando detenidamente datos de los equipos de energía de JAL y ANA, indicó Takano.
Una fuente del Ministerio de Transporte que no quiso ser identificada porque no tenía autorizado el contacto con medios, dijo más tarde a Reuters que era posible que los 787 volaran de nuevo en "varias semanas".
Pero la fuente advirtió que los reguladores se tomarán todo el tiempo que consideren necesario para evaluar las soluciones propuestas.
Boeing todavía afronta un riguroso régimen de evaluación para su nueva batería y audiencias públicas en Estados Unidos en abril, con motivo de la seguridad de sus baterías de iones de litio.
Una vez que los reguladores habiliten al 787 de Boeing para volar con una batería modificada, el trabajo para instalar los nuevos equipos energéticos y una ventilación especial tardarán alrededor de una semana por avión, estimó el vicepresidente de Boeing a cargo de los servicios de los 787, Mike Fleming.
Analistas han estimado el costo de la suspensión de vuelos en cerca de 50 millones de dólares por semana, sumando unos 400 millones de dólares en las últimas ocho semanas.
Los inversores esperan un impacto pequeño en las operaciones de las aerolíneas, ya que estas usan otros aviones para limitar las cancelaciones de vuelos. Además, Boeing podría compensarlas por las pérdidas.
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