El metrosexual ha evolucionado a esta tribu de hombres con alta devoción hacia su propio cuerpo y el deporte. Y se han lucido en este Mundial.
Ya no sólo se trata de hombres que buscan la mejor versión de sí mismos a través de la ropa, el cabello, accesorios, gadgets y hasta maquillajes que le ayudan a lo que antes solía ser darse una manita de gato. Estos metrosexuales han evolucionado en una nueva tribu social, digital y de consumo denominada “Spornsexual”, palabra compuesta por “sport” y “porn”, principales aficiones de dichos personajes.
Y es que además de la devoción narcisita que denotaron los metrosexuales –predecesores naturales de esta tribu- los spornsexual se caracterizan por su gran contribución al mundo de las selfies, ya que a través de éstas presumen sus músculos, sus tatuajes, sus piercings y lo más importante para ellos: ellos mismos.
A diferencia de los Yummy, los spornsexual no están tan preocupados por gadgets o artículos que denoten su estatus social o económico, pues su principal insight es el deportivo. Incluso, se considera que este segmento tiene algún grado de obsesión con la perfección del cuerpo (durante el día), y su gran afición por el porno (en las noches).
El término es atribuido al periodista inglés Mark Simpson (a quien también se le considera como creador del término metrosexual), y es él quien afirma que los spornsexual son hombres heterosexuales que no quieren ser queridos ni reconocidos por su ropa, su cabello o su profesión, sino por sus cuerpos, y es por eso que no escatiman en todo aquello que les prometa un mayor grado de “perfección”.
No quieren ser reconocidos por su ropa o su cabello, sino por su cuerpo.
Las oportunidades de marca
Si bien los spornsexual son hombres que buscan construir su propio branding vendiendo su propia imagen, la verdad es que en pleno clímax mundialista hoy podemos ver a muchos de ellos anotando goles (celebrándolos), intercambiando camisetas al final del partido, o simplemente compartiendo selfies en los ratos de ocio en alguna playa brasileña.
Y es justo aquí donde dejan ver el potencial que tienen para asociar su imagen al nombre de una marca, ya que hoy, por ejemplo, contar con la imagen de Cristiano Ronaldo ya no es sólo la del mejor futbolista según la FIFA, sino de uno de los spornsexual por excelencia, además de ser uno de los deportistas más admirados por razones extradeportivas.
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Lo mismo pasa con deportistas que no tienen tantos reflectores como el futbolista portugués, pero en cuestiones físicas sí dan la pelea. Antes solían ser modelos de trajes, corbatas o hasta de zapatos deportivos, pero hoy ya se les ve en anuncios de ropa interior, lociones (con poca ropa) y hasta de destinos turísticos (con menos ropa).
Así que echar mano de cualquier pretexto para acompañar un mensaje con la selfie de un spornsexual resultará en coyuntura, tendencia y sobre todo de gran respuesta, sobre todo, del público femenino, además de que en cuestiones aspiracionales, muchos quisieran ser un spornsexual y también por eso le dan seguimiento a su modelo a seguir.
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