Elegir un nombre fácil de pronunciar y pensar en opciones diferentes a tu competencia es un buen comienzo. ¿Qué sigue?
En lugar de nombrar a tu negocio con lo primero que te venga a la mente, mejor sigue las recomendaciones básicas de Steve Manning, fundador y CEO de Igor, una agencia de desarrollo de nombres e identidad institucional con sede en Sausalito, California.
Las reglas clave
El nombre adecuado diferencia a una empresa de sus competidoras, ayuda a cimentar la marca y establece una conexión emocional con los clientes. No obstante, el 90% de los negocios escoge nombres que suenan parecidos a los de sus competidores.
Por ejemplo, el caso de las aerolíneas: la mayoría elige nombres con una referencia geográfica –American Southwest, Northwest, Alaska Airlines– y es difícil distinguir a una de otra. Por tanto, es casi imposible decirle al mundo que estás iniciando algo nuevo cuando tu nombre da la impresión de que eres exactamente igual a todos los demás.
Los nombres genéricos tampoco son interesantes ni atractivos o emotivos. Nadie quiere pasar el vuelo entero platicando con alguien de Desarrollo de Nombres Estratégicos, pero un compañero de asiento con un negocio llamado Igor es memorable. Un buen nombre tiene varias capas de significado y asociación, evoca emoción y es fácil de pronunciar.
Puedes escoger un nombre inventado, como Oreo (la marca de galletas), que es memorable. Y debido a que es divertido pronunciar este tipo de nombres, la gente los repite. O bien, un nombre evocativo como Virgin o Apple, que crean emoción e imágenes para ayudar a posicionar el producto.
Errores típicos
Es un error ser extravagante nada más porque sí. Cuando los emprendedores eligen nombres como kwkly o qwerly, lo único en lo que están pensando es en si el nombre es único, sin fijarse en cómo se ve en el mundo.
Tu nombre tiene que ser diferente por una buena razón y, al mismo tiempo, ser fácil de pronunciar. Un nombre que resulta difícil de deletrear hará imposible que los clientes te encuentren. Se van a perder en Internet pensando: ¿cómo se deletrea qwerly?
También hay un enfoque equivocado en elegir buenos nombres con base en las definiciones de un diccionario. A nadie le importa la definición oficial; un nombre debe demostrar de qué se trata el negocio. El Chrysler Crossfire es un gran ejemplo. A pesar de que no tener una definición positiva en el diccionario (fuego cruzado), funcionó porque suena como un coche que James Bond podría manejar.
Ojo: no estás bautizando una compañía, estás nombrando tu posicionamiento.
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