domingo, 19 de mayo de 2013

Urge un nuevo IPC

El Índice General de Precios (IPC) es un indicador estadístico mediante el cual se mide la inflación en un período determinado. Veamos cómo funciona este indicador en Venezuela.

En la actualidad, previo un acuerdo del Banco Central con el Instituto Nacional del Estadísticas y el auxilio de varias instituciones regionales, se logró construir en Venezuela un índice de  precios de alcance nacional (INPC) que entre otras ventajas permite medir el fenómeno inflacionario por zonas, regiones o Estados, y se encuentra vigente desde diciembre del 2007.
La construcción del INPC exige una labor amplia y compleja de campo para recoger información que luego es procesada mediante métodos matemáticos y estadísticos para producir finalmente el Índice promedio. Durante este proceso se generan dos resultados intermedios que son fundamentales para la cuantificación final y calidad del Índice buscado. Esos dos resultados son el cálculo de las ponderaciones de gastos que realizan las familias para las compras de bienes y servicios de consumo y el seguimiento mensual de los precios de los mismos debidamente segmentados por establecimientos comerciales. En el caso de las ponderaciones se tiene que resultan de la “encuesta de  presupuestos familiares” que realizan las instituciones responsables del cálculo, permaneciendo fijas por un tiempo relativamente largo (8, 10 ó más años). Así por ejemplo, la encuesta de presupuestos para construir el INPC base año 2007, reveló que las familias destinan el 32,2% de su gasto para la adquisición de los bienes “alimentos y bebidas no alcohólicas”, porcentaje éste que en la actualidad debe ser mayor dada las altas tasas de inflación de los últimos cinco años y la que va del presente 2013.
Por estas consideraciones no puede calificarse como especulativo el señalamiento de que tal vez el cálculo de la inflación para todo el país pueda estar subestimado, y por consiguiente en la práctica el nivel de vida de los venezolanos podría estar cayendo mucho más  de la que se deriva de las sucesivas variaciones que se observan del INPC y sus consecuentes reducciones del salario real.
Con seguridad también  en grupos de consumo básico como “alquiler de viviendas”, cuya ponderación hoy es de 15,1%, salud (4,2%), transporte (13,3%) y bienes y servicios diversos (6,2%) deben estar ocurriendo cambios importantes en las proporciones que ocupan dentro del gasto, con lo cual se debilita mucho más la credibilidad del cálculo de la inflación venezolana. No obstante, es muy probable que ya el Banco Central se encuentre adelantando las acciones respectivas  para evitar retrasos preocupantes en esta materia. Siempre el instituto emisor lo ha hecho, esta vez no debe ser distinto.

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