jueves, 30 de mayo de 2013

Cómo motivarte todos los días

Cómo motivarte todos los días
Te daré un consejo de negocio muy inusual: “Enciéndete todos los días”. La vida de un emprendedor está llena de subidas y bajadas. Un día las cosas son realmente emocionantes; al siguiente debemos enfrentarnos a un nuevo obstáculo. Esto podría desgastarte y terminar con la pasión por la empresa.

Como emprendedores, la pasión es nuestra responsabilidad. Algunos de nosotros conocemos bien qué nos motiva; otros aún no lo descubren. Sólo debes asegurarte de que sea tu pasión y tu propósito, y no lo que tus padres y maestros te han dicho que debes y no debes hacer. 

Dos dueños de dos pizzerías casi idénticas podrían tener distintas razones por las que emprendieron. Uno podría estar viviendo el sueño de crecer un pequeño negocio y de darles trabajo a jóvenes locales; mientras el otro podría amar simplemente ver a familias felices disfrutando de una buena comida. La clave es descubrir lo que te motiva; lo que te enciende. 

Existen dos factores importantes que motivan a la mayoría de los entrepreneurs: 
- Queremos expresar nuestros deseos, pasiones y propósitos. La razón es simple: Si vamos a crear un negocio y usar buena parte de nuestro tiempo en él, hagamos algo que amamos y que exprese nuestro objetivo en la vida.

- Queremos poner la pasión antes de la practicidad. Sí, queremos que nuestro negocio tenga éxito y nos haga ganar dinero. Pero primero debemos decir las palabras que nos emocionan; que encienden nuestra pasión. Es como las viejas locomotoras de vapor: El motor y las vías son la estructura práctica del negocio, pero si no hay fuego en la caldera, jamás se moverá.
Hazlo real
Escribí mi primera misión en 1995 y la revisaba cuatro veces al año para hacerle pequeñas modificaciones. Hice esto por dos años, pero no fue suficiente. Entonces, recibí un buen consejo: Lee tu visión, misión y valores en voz alta todos los días, y que sea lo primero que haces en la mañana. Éstas son las razones: 

- Para vocalizar. Cuando leemos algo en voz alta, llega a ambos lados del cerebro. El lado izquierdo es lógico –racionaliza, pero por lo general ahí no hay pasión y comúnmente genera resistencia y negatividad. El lado derecho es la fuente de la emoción y motivación; y no siempre es práctica. Al decir algo fuerte, el mensaje toca ambos hemisferios y los unifica. 

- Como práctica diaria. La motivación es como el ejercicio: conforme más la practicas, más fuerte te haces. Si te equivocas un día, ¿qué importa? Eso está en el pasado y ya es historia. Sólo piensa en esto para inspirarte: Hoy es el día más importante de tu vida. Por eso, intenta diariamente comenzar de nuevo. 

- Primero lo primero. Stephen Covey, autor de The Seven Habits of Highly Effective People, nos enseña a poner “primero lo primero”; esto significa iniciar cada día con lo más esencial. Y es una gran idea. El coach motivacional Barry Gottlieb nos motiva a adoptar sólo ideas positivas y nutritivas las dos primeras horas del día. Inicia tus mañanas con tu visión, ¡no con el periódico!

Kim George, autora de Coaching Into Greatness, afirma que tener la misión de tu empresa colgada en la pared es algo terrible. En lugar, necesitamos hacerla real. Yo leo la mía de pie, como si estuviera a punto de correr a toda velocidad. Así que tú también lee fuerte la tuya todos los días, de una forma dinámica y activa, que emocione a tu fuego interno.
Alimenta el fuego cuando sea necesario
Digamos que nos motivamos todos los días y que estamos listos para enfrentar cualquier obstáculo, pero ¿cuánto tiempo durará esta actitud? En un día bueno, dos horas; en uno malo, 10 minutos. 

Casi todos los días ocurrirá algo que te desanime o baje la moral. Puede ser una queja de un cliente, un empleado con desempeño deficiente, el tráfico que causa que llegues tarde a una junta o saltarte una comida. 

Si esto pasa, es momento de que reenfoques tu visión. Cuando un corredor se tropieza, ¿qué hace? Se detiene, respira, recupera el enfoque e inicia de nuevo. No se trata de cuántas veces caemos, sino de qué tan rápido nos recuperamos. 

Por eso es importante que tengas una versión de una línea de tu misión. Así, cuando ocurra algo que te desmotive, detente, párate derecho, respira profundamente tres veces y repite nuevamente tu misión. Puedes hacer este ejercicio en 30 segundos y te ayudará a volver a encender el fuego de tu pasión. Poco a poco sentirás cómo se van los malos sentimientos.
Que no te avergüence hacerlo. Puedes practicarlo hasta en un elevador; lo que notarán las demás personas es cómo renuevas tu energía y compromiso. 
Los errores a evitar
Te compartimos algunas cosas que no debes hacer: 

- Dejar que tu misión se convierta en tu lista de pendientes, y no en lo que sueñas hacer.
- Dejar que tu misión sea lo que la sociedad quiere que hagas, y no lo que tú quieres hacer.
- Olvidar tu misión y dejarla arrumbada en un clóset o colgada en una pared.
- Explotarte a ti mismo. Esto te llevará al desgaste y luego al odio. 

El último punto es un gran riesgo para cualquier dueño de negocio. Cuando la vida se dificulta (como ocurre muchas veces) es fácil empezar a decir “Tengo que hacer”. Y ése es el camino al burnout  y a odiar ir al trabajo. Para mantener encendida la pasión por tu negocio olvida los ‘debo’ y ‘tengo’.

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