Imagina que en tu texto faltan tildes, pones palabras que llevan “h” sin ella, o no enlazas bien las oraciones, con la fatal consecuencia que eso conlleva. Sin duda, cuando alguien entre en tu web y lea eso, tendrá de ti una imagen de persona descuidada, que le hará desconfiar de tu producto.
Antes de publicar cualquier texto cerciórate de que su contenido está perfecto. Te damos siete consejos para que no vuelvas a meter la pata.
1. Cuidado con las repeticiones accidentales
¿Conoces esa sensación de contarle a un amigo una historia y luego darte cuenta de que ya se la habías contado? Sucede por escrito también. Cuando no estás prestando atención, es posible que repitas una frase, una historia, o una reflexión sin darte cuenta. Una buena manera de captar estas repeticiones accidentales es leer el contenido en voz alta, a menudo nuestros oídos captan los errores que nuestros ojos no ven.
2. Evita adverbios vacíos
Cuando añades “realmente” a un verbo ¿qué estás diciendo? La verdad, es que muchos adverbios comunes están vacíos. No aportan nada al significado de la frase y empobrecen el texto. Evítalos. Por otro lado, los adverbios acabados en “mente”, como “evidentemente”, son muy largos de leer. Prescinde de ellos también. La lengua castellana es muy rica y esta palabra tiene cientos de sinónimos.
3. Controla los adjetivos calificativos
Dan mucha fuerza a las frases pero no hay que abusar de ellos. Ejemplo: “Fue una apasionante, eufórica, luchada y conseguida victoria”. Ponerlos una vez está bien, pero repetirlos en varias frases resulta muy molesto.
4. Usa un lenguaje claro y sencillo
Olvida las palabras rimbombantes y con muchas sílabas. Tu lector tiene muchas cosas que hacer y muy poco tiempo, así que evítale perder un rato leyendo palabras como “confidencialidad”, “instrumentalizar”, “sobredimensionamiento”, etc. Puedes cambiarlas por “confidencia”, “manejar” o “exceso”. Por otro lado, escribe oraciones y párrafos cortos, lo mejor es alternar frases cortas y frases un poco más largas para amenizar el ritmo de lectura y no crear párrafos por encima de las siete líneas.
5. Cuida el uso de énfasis
Subraya, texto en negrita, cursiva… son herramientas muy buenas para el énfasis, pero es fácil abusar de ellos. Con el fin de crear el efecto de énfasis, estos elementos tienen que ser usados con moderación. Además, no hay manera más rápida de hacer que tu escritura desordenada que subrayar cada frase en negrita o en cursiva. Eso sí, cuidado con usar todo en mayúscula. Son difíciles de leer y son el equivalente en Internet a GRITAR.
6. Acompaña el texto de una imagen
“Una imagen vale más que mil palabras”, como dice el refrán. Las imágenes proporcionan un descanso agradable en contraste con las palabras. Al menos usa una imagen, y si es un texto largo, es mejor tener varias. A menos que sean imágenes muy pequeñas, es mejor no ajustar el texto alrededor de ellas.
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