El índice bursátil estadounidense S&P 500 cayó este martes por tercer día consecutivo, pero a última hora recortó sus pérdidas después de que los legisladores de Chipre rechazaron un impuesto a los depósitos bancarios.
El rechazo al impuesto, que era una condición para la entrega del rescate europeo a Chipre, calmó los temores de que los ahorristas comiencen a retirar sus fondos.
Al mismo tiempo, dejó en el aire los esfuerzos para rescatar al país, la más reciente víctima de la crisis de deuda de la zona euro.
Los bancos en Chipre seguirán cerrados hasta el jueves.
Las acciones de empresas del sector energético encabezaron los descensos del día tras una caída en los precios del petróleo y una baja en los papeles de las firmas de servicios petroleros.
El promedio industrial Dow Jones subió 3.76 puntos, o un 0.03%, a 14,455.82 unidades en el cierre.
El índice Standard & Poor's 500 cayó 3.76 puntos, o un 0.24%, para cerrar en 1,548.34 unidades, en tanto el índice Nasdaq Composite retrocedió 8,50 puntos, o un 0.26%, para cerrar en 3,229.10 unidades.
En una sesión volátil, el Dow Jones tuvo una variación de 132.25 puntos desde su máximo de sesión a su mínimo intradiario.
Durante la sesión el S&P 500 llegó a cotizar hasta un mínimo de 1,538.57 unidades.
Estrategas aún esperan que el S&P 500 supere su máximo histórico que alcanzó en octubre de 2007, aunque creen que el repunte se desacelerará a partir de ahí.
La caída del S&P 500 ocurre luego de una larga racha de ganancias en la que el índice estuvo cerca de alcanzar un máximo histórico que estableció en el 2007.
Wall Street aún está camino a registrar su mejor trimestre en el año. El referencial S&P 500 subió un 8.4% en el año, en tanto, el Dow Jones acumula un alza de un 10.3 por ciento.
Las acciones de los bancos europeos extendieron el descenso del lunes, retrocediendo el índice del sector un 2.1% el martes.
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