La invitación realizada por EPN al Papa para que visite México es aprobada por 8 de cada 10 personas; mientras 7 de cada 10 confía en que atenderá la región
El Presidente Enrique Peña Nieto confirmó que durante su reunión con el Papa Francisco, al final de la misa de su Pontificado, le realizó una invitación cordial a visitar México en su eventual gira por Latinoamérica.
Peña Nieto viajó al Vaticano acompañado de su esposa Angélica Rivera y dos de sus hijas para participar en la ceremonia de inicio del pontificado del Papa Francisco.
En una conferencia de prensa, el mandatario mexicano informó que en su encuentro con el Papa Francisco le expresó la felicitación de México por su nueva investidura. Además del respecto que tiene México hacia el jefe del Estado Vaticano, con quien el país mantiene una relación de respeto e institucionalidad.
Agrada a los mexicanos invitación al Papa
La invitación girada por el gobierno mexicano al Papa Francisco para que visite el país es del agrado de ocho de cada decena de ciudadanos, aunque la proporción se eleva a nueve entre la feligresía católica.
Su origen latinoamericano es razón para que 70 de cada cien confíen además en que habrá mayor atención a la región, asegura una encuesta levantada entre 800 ciudadanos en el país por Gabinete de Comunicación Estratégica (GCE) / Kaleydoscopio.mx
Que el papa visite México no es del interés para 6.2 por ciento de la población global encuestada, y entre los seguidores católicos ese porcentaje se reduce a 2.9.
Pero el índice de confianza hacia el nuevo obispo de Roma (76.4 por ciento entre la ciudadanía en general y 84.5 para la católica), hace plantear retos al papado que recién inicia, cabeza del catolicismo, una fe con la que se identifican ocho de cada 10 consultados.
Atender los problemas de pederastia y abusos sexuales cometidos por religiosos fue mencionado como el principal reto por 17 de cada cien encuestados, para 12 es hacer frente a la disminución de fieles católicos en el mundo.
Para tres abordar la corrupción en el Vaticano, otro tanto opinó que la falta de vocación sacerdotal y, en menor medida, la despenalización del aborto, el celibato, la ordenación de mujeres y el matrimonio entre personas de un mismo sexo.
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