El comediante italiano conquistó el 25% de los votos en una elección que elevó la incertidumbre de los mercados y el riesgo de los bonos italianos.
Italia, la tercera economía más grande de la eurozona después de Alemania y Francia, votó por un cambio radical durante las elecciones del 2013, aunque uno de cada cuatro italianos ni siquiera pasó por las urnas. La economía italiana suma más de 2.1 billones de dólares de Producto Interno Bruto (PIB) –casi el doble que México-, mientras que los italianos han depositado sus esperanzas en el mismo líder que los condujo a la crisis,Berlusconi, y en el comediante profesional, Bepe Grillo.
Desde el año 2000, el poder adquisitivo de los italianos se ha reducido, según The Economist. Entre las principales causas se encuentran la caída de la productividad y las exportaciones, lo que se ha traducido en mayor desempleo, sobre todo juvenil, ramo que supera el 35%. Mario Monti, el líder tecnócrata que apoyaba las reformas estructurales y la reducción de la deuda–que alcanza un 130% del PIB italiano- sólo recibió el 10% de los votos.
Grillo en la economía
¿Qué incidencia sobre la economía italiana puede tener Grillo después de conquistar el 25% de los sufragios? La respuesta es mucha o incluso demasiada, de él podría depender que Italia se declare en quiebra y se salga del euro, como propone su partido Cinco Estrellas. O bien, que pacte con el centro-izquierda, el partido más votado liderado por Luigi Bersani, quien está encargado de formar el nuevo gobierno, a lo que Grillo ya se ha negado.
Por un lado, Bersani puede elegir a Silvio Berlusconi como socio, por otro, a Grillo, pero debe elegir a uno de los dos, ya que sin la mayoría en ambas cámaras del poder legislativo, por ley, no podrá gobernar. El problema consiste en que Berlusconi centró su campaña en la oposición total a las medidas de austeridad y de disciplina fiscal propuestas por Alemania.Mientras que el partido de Bersani culpó a Berlusconi de haber metido a Italia en la crisis.
Así las cosas, Italia enfrenta una situación muy complicada, pues Bepe Grillo no está dispuesto a firmar ningún tipo de alianza, lo que deja a Bersani en el limbo y le impide negociar una coalición.
Tras las elecciones, los mercados reaccionaron de forma negativa. El rendimiento de los bonosdel Gobierno italiano se disparó, lo que dificulta que el país obtenga financiamiento en un momento en que hay varios bancos italianos en problemas, las exportaciones y el consumohan caído y las empresas, lejos de invertir, están despidiendo trabajadores. Si la inversión y el consumo no crecen, y, de forma paralela, caen las exportaciones y el gasto público, simplemente no hay posibilidades de crecimiento ni de éxito para la economía de Italia.
Grillo en el poder
La juventud caracteriza a los funcionarios del partido de las Cinco Estrellas. Con el asenso de los grillistas, el promedio de edad en la cámara de diputados italiana bajará de 54 a 45 años. Pero esa juventud contrasta con experiencia política. Grillo afirma que los electores serán consultados de forma permanente y directa sobre las iniciativas de cada ley, a través de Internet. Pero también aboga por aplicar medidas proteccionistas con el objetivo de proteger los empleos italianos, una postura que muchos piensan puede mermar el comercio de una economía que depende de las exportaciones para crecer y generar empleo.
Además, ante la negativa de los grillistas a formar parte de cualquier coalición, el futuro de Italia podría depender de una “gran coalición” que incluya tanto a Bersani como a Berlusconi, pero que deje fuera a Grillo. En ese caso ¿cómo se pondrían de acuerdo sobre las medidas de austeridad y de disciplina fiscal si Berlusconi centró su campaña en oponerse a ellas?
La respuesta puede ser aplicar reformas estructurales y, por otra parte, relajar las medidas de austeridad. Sin embargo, Italia tardará en recuperar la senda del crecimiento y mientras tanto sus deudas continuarán acumulándose, lo que puede provocar una recesión y tasas de crecimiento casi nulas, una situación parecida a la que experimenta Japón desde hace años.
Así, la incertidumbre de los mercados en relación a Italia no ha hecho más que crecer tras las elecciones en las que Grillo conquistó el 25% de los votos. La posibilidad de que Italia renuncie al euro, aunque lejana, existe y se ha reforzado gracias a Cinco Estrellas. Y, si los italianos, con la tercera economía de la zona euro decide salirse de ese sistema monetario, la crisis europea continuará centrando el debate económico durante años y el equilibrio financiero mundial resultará severamente afectado.
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