EPN acordó con su homóloga de Brasil, Dilma Rousseff, que harán una alianza en materia de tecnología y proyectos comunes. ¿Que significa para la paraestatal mexicana?
Después de reunirse con su homóloga de Brasil, Dilma Rousseff, el presidente Enrique Peña Nieto informó que México y Brasil explorarán la posibilidad de hacer alianzas entre Pemex yPetrobras en materia de tecnología y proyectos comunes.
La declaración ocurre en un momento en el que se discute el alcance de la competitividad de la paraestatal mexicana, la discusión sobre la reforma energética y cruza con las expectativas de los empresarios, que, en conjunto con la estrategia anunciada por el nuevo Gobierno se suman a la perspectiva aperturista del equipo directivo de la empresa más importante de México.
Pero, ¿qué implicaría una alianza de esta naturaleza? La tan esperada modernización de Pemex en cuanto a su gobierno corporativo, mayor transparencia y mejora de su productividad.
Eventualmente la apertura de Pemex a socios extranjeros, aunque no se especifica sí va por inversión directa o sólo por asistencia técnica. Y, finalmente, llevar a Pemex a replicar el exitoso y renombrado modelo brasileño que logró convertir a la empresa sudamericana en una de las peores productoras a nivel regional a los primeros lugares a nivel mundial.
Pemex va por el modelo Petrobras dando aliento a los grupos que exigen un mejor desempeño de la paraestatal y, las voces internas que exigen inversión privada.
“No hay prácticamente ningún proyecto de explotación de petróleo a gran escala en todo el mundo en el que sólo participe un operador”, acusó Carlos Morales Gil, director del área de Exploración y Producción de Pemex, en entrevista con AltoNivel.com.mx. “Pemex es el único caso”, sentenció.
“No tenemos libertad presupuestal como empresa… y si queremos acelerar la monetización de los recursos naturales que tenemos, hay que abrir Pemex a la inversión privada, aunque de forma gradual y selectiva”, declaró.
Pero, ¿en qué áreas? Refinación, distribución, extracción de crudo en aguas profundas, explotación de campos y yacimientos maduros y exploración de nuevos yacimientos son las áreas que la Dirección de Pemex propone abrir a la inversión privada.
De acuerdo con los expertos, un movimiento de esta naturaleza implicaría un abono importante al PIB nacional. Ernesto Marcos, presidente de la empresa energética Marcos y Asociados, realizó cálculos sobre cuánto aumentaría la inversión en el sector petrolero y energético si se abriera a la inversión privada y concluyó que los empresarios podrían abonar un equivalente al 2.5% del PIB al menos durante los próximos 10 años, que se sumarían a las inversiones propias de Pemex.
“No es necesario aprobar la reforma fiscal para hacer una reforma energética. Si hoy Pemex no produce 'shale gas' ni petróleo de aguas profundas, no puede perder nada si abre esos segmentos a la inversión privada. Por el contrario, se le liberará de los compromisos que no está pudiendo asumir. Pemex no puede con todo”, dijo Marcos.
Además, la producción de Pemex ha ido decayendo desde el 2004, cuando el volumen extraído se situó en 3,38 millones de barriles diarios (Mb/d) debido al menor aporte del vasto campo Cantarell. En todo el 2011 el promedio de producción fue de 2,55Mb/d.
"La mayoría reconoce que Pemex es insostenible en el mediano y largo plazo, pero en el corto plazo, no habría problemas", planteó Carlos Ramírez, analista de Eurasia Group. No obstante, los menores precios del petróleo, aunados a la menor recaudación del gobierno podría obligar a los políticos a reconsiderar su evaluación, lo que otorgaría un sentido de urgencia al impulso de reformas”.
Y será en el siguiente periodo ordinario de sesiones cuando sea revisada la Reforma Energética que definirá el futuro de Pemex.
Enrique Peña Nieto ha dicho que quiere un México de paz, “incluyente que amplíe las oportunidades de desarrollo, dar un combate frontal a la pobreza... lograr un país próspero, con libre mercado con sentido social, para poder ampliar las oportunidades”, y en este marco es que ocurre la declaración y las futuras lecciones de Petrobras a Pemex.
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