miércoles, 24 de octubre de 2012

Stephen King: una mente brillante


El culpable de interminables noches sin dormir, o el dueño de una imaginación prodigiosa. Ambas cosas pueden definir a Stephen King, escritor nacido en octubre de 1947 en Portland, Maine. Su niñez fue marcada por la ausencia del padre, que los abandonó a él, su madre y su hermano mayor, y por el constante movimiento de un lado a otro del país siguiendo las escasas oportunidades laborales de su madre, hasta que acabaron por establecerse en Durham (Maine) donde ella empezó a cuidar de su propios padres, ya mayores. Allí estudió, sufriendo las constantes burlas de sus compañeros (como le ocurría a Carrie, uno de sus más famosos personajes) debido a su torpeza, continuas enfermedades y deficiencia visual.
Es en estos años cuando comienza su pasión por escribir. Durante esos años escribió muchas historias. Incluso editó un periódico casero en el sótano de su casa junto a su hermano. Intentó constantemente publicar alguno de sus relatos pero todas las revistas le rechazaban cortésmente, pero él no desistió hasta que en 1964 consigue que le publiquen el primer relato, “In a Half World of Terror”. Estos años inspiraron muchos de sus relatos, como “Cuenta Conmigo” o “It (Eso)”, basados en parte en hechos de su infancia. Stephen canalizaba sus frustraciones infantiles y sus constantes sufrimientos en algo mucho más fructífero que el aislamiento y el ocio: la literatura.
Su actividad continuó vinculada a la escritura: En 1966 se matricula en la universidad de Maine, donde se graduaría en 1970 de filología inglesa. Colaboró en el diario “The Maine Campus” con una columna semanal. Allí escribió su primera novela “Rabia” que aunque no la primera, al final logró publicar, y varias novelas más.
En 1971 contrae matrimonio con una compañera de estudios. Vivían en la miseria y King pasó por varios trabajos, con salarios muy bajos que apenas le alcanzaban para vivir. Se ayudaba, para ello, de algunas novelas que lograba publicar, sobre todo en revistas para adultos, aunque nunca llegó a cobrar más de 500 dólares.
En el año 1973 su estado económico estaba al borde del desastre. Para sobrevivir junto a su esposa e hijos, logra un adelanto de 2500 $ por la publicación de Carrie y espera llegar a obtener unos 16000, pues sabe que la novela es buena. Contando que cobraba unos 6400 anuales, esto era para él una auténtica fortuna. Sus expectativas se quedaron cortas, pues se realiza una edición de bolsillo del libro y recibe unos 200.000 $. El primer gran batacazo literario había llegado, y no sería el único.
Algunos años luego, ciertos problemas en la academia lo llevan a trasladarse a Colorado a vigilar un hotel que cerraba en invierno. Sus problemas con la bebida y las drogas siguen aumentando día a día. ¿El resultado de esta experiencia? Es el argumento de “El Resplandor”.
En el año 1976, se estrena una película basada en su novela “Carrie”, dirigida por Brian de Palma, que sería un increíble éxito de taquilla y se convertiría en un mito en la historia del cine de terror. Tuvo, además, dos nominaciones a los prestigiosos premios Oscar.
A partir de aquí comenzaría a publicar varios libros, llegando en 1980 a tener 3 libros simultáneamente en la lista estadounidense de Best Sellers: “El Resplandor”, “La Zona Muerta” y “Ojos de Fuego”. También conoce a Peter Straub, con quien co-escribiría algún libro.
Luego de una vida de penurias económicas, Stephen King supo hacer de su talento literario una inalcanzable fuente de ingresos multimillonarios.
Logró comprar una mansión victoriana en Bangor, donde sigue residiendo. Por entonces ya era un escritor de fama, prolífico y recibía numerosos e importantes premios, formaba parte de jurados y otros actos sociales. Hoy sus libros se siguen vendiendo en todos los costados del mundo y continúan inspirando a prestigiosos directores de cine a adaptar sus creaciones literarias.
Una mente brillante, una imaginación prolífica, un hombre inagotable de imaginación… e ingresos: ese es el genial Stephen King.

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