Charles O´Rear: la foto que recorrió el mundo

FUENTE DE: http://zonadeemprendedores.bligoo.com.mx

aga hincapié en su memoria visual: recuerde la imagen de la colina con una leve pendiente hacia la derecha, coronada por un cielo celestísimo con algunas nubes algodonadas, iluminada en forma parcial por el sol… ¿Más datos? Al fondo se ven montañas pequeñas, y más aquí (debajo de la pantalla) unas florcitas amarillas y un camino de tierra que no sabemos hacia dónde va, ni de dónde viene. ¿Todavía no adivinó? Esta situación bucólica, que (literalmente) todo el mundo conoce porque es el wallpaper del sistema operativo Microsoft XP, bien podría habérsele ocurrido a unos ingenieros informáticos, por lo perfecta que parece. Pero no. Es, en cambio, el producto de la inspiración y el trabajo paciente de un fotógrafo de carne y hueso, que un buen día iba caminando por la ruta 121 por el valle de Napa, el corazón vitivinícola de California, se bajó del auto, saltó un alambrado e hizo click con su cámara. Se llama Charles O´Rear. Le dicen Chuck.

El nombre de la foto es Bliss, palabra que refiere a un estado de algarabía avasallante y que en español podríamos traducirla por “felicidad”. O´Rear se rindió al encanto de este paisaje cuando la revista National Geographic lo mandó a fotografiar sus latitudes, y de paso, se topó con el producto que heredamos de Dionisio y Baco: el vino. A partir de ese momento, no paró de fotografiar viñedos, con tenacidad y pasión propias de quien ama su trabajo y ha encontrado su lugar dentro de él. La gran oportunidad, cuando se trabaja con pasión, no tardan en llegar. Y llegó: “En ese momento, yo andaba buscando constantemente una situación perfecta. Y en 2001, la encontré”, recuerda.

O´Rear ha recorrido el mundo fotografiando viñedos, no sólo para NatGeo, sino también para la agencia Corbis, cuyo dueño es ni más ni menos que Bill Gates. De allí la conexión con Microsoft y la razón de que su idílica imagen permanezca en nuestras retinas, quizás más veces que la mismísima Mona Lisa.

Pese a que el fotógrafo firmó un acuerdo de confidencialidad con Microsoft, se sabe casi con certeza que recibió, por la fotografía, más de cien millones de dólares. Un ejemplo más de cómo las oportunidades están a la orden del día, sólo hace falta… ¡que la inspiración nos encuentre trabajando!