Los momentos difíciles o en los que nos sentimos traicionados pueden sacar lo mejor de ti
¿Sabías que los momentos difíciles o en los que nos sentimos traicionados pueden sacar lo mejor de ti?
Con solo algunos pequeños ejercicios puedes empoderarte de nuevo y no rendirte ante las circunstancias.
Hoy te presentamos tres formas en las que puedes recuperar el mucho o poco poder que perdiste en una mala situación o con una mala persona.
Piensa cuál fue tu contribución
Lleva a tu mente una situación que te provoque tristeza, enojo o resentimiento y ahora considera cómo contribuiste a que se desencadenara aquel momento que te llevó a experimentar tales sentimientos.
¿Ya lo tienes? De ahora en adelante recuerda que reconocer –ya con la cabeza fría– cómo fuiste parte de tan desagradable momento, te devuelve a la realidad y te hace reconocer que no todo es ‘culpa de los demás’, sino que tú también fuiste parte de ello.
Este ejercicio no significa tolerar la conducta del otro, sino reconocer que nuestro comportamiento es el único que podemos cambiar (y con él las situaciones que vengan) si hacemos una retrospectiva y vemos en qué estuvimos mal.
Reclama tu fuerza y tu poder
¿Sabías que internalizar tu enojo o sentirte víctima de algo o alguien no es más que una forma de colocarte en una posición débil? El perdón no es sólo la remisión de una ofensa recibida, sino que es también el acto por el cual tú reclamas tu poder.
Dar el perdón porque no te trataron como tú esperabas es una forma de demostrar que eres fuerte y seguirás adelante pese a las circunstancias.
Perdónate a ti mismo
Ahora que has perdonado al otro, es momento de perdonar a tu persona, después de todo fuiste parte del problema (como lo dice el punto 1) y lo serás hasta que tengas resentimiento.
Como verás, este es un círculo en el que si no cumples alguno de estos sencillos pasos, es difícil conseguir un empoderamiento real y seguir adelante con tu vida sin dejar que el pasado te afecte.
¿Por qué no lo intentas?
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