lunes, 26 de enero de 2015

Retrato hablado: John Chen, la última esperanza de BlackBerry

Ilustración: David Peón

Los inversionistas de la compañía canadiense esperan que pueda repetir el milagro que realizó en la tecnológica Sybase en los años noventa.

Comenzar una empresa en el mercado tecnológico, sin duda es un gran reto, debido a la tremenda competencia que ha surgido en los últimos años, pero salvar a una compañía que está casi en quiebra y llevarla nuevamente a ocupar los primeros puestos es un reto que John Chen ha logrado y que quiere replicar al mando de BlackBerry.

Nacido en Hong Kong, de padres chinos refugiados, el actual CEO de la empresa canadiense es bien conocido en el sector tecnológico, porque ha ocupado varios puestos directivos, aunque uno de sus mayores logros es hacer que la empresa Sybase renaciera a finales de los años 90.

Sybase era el principal competidor de Oracle hace más de 17 años. Sin embargo, con la entrada del nuevo milenio comenzó a decaer hasta que su valor se ubicó en 362 millones de dólares y para el momento en que Chen ocupó el puesto de CEO, para ser más precisos en 1998, había altas posibilidades de irse a la quiebra.

Pese a este negativo escenario, el hombre de ahora 59 años se hizo cargo de la situación al convertir a Sybase en uno de los principales proveedores de movilidad empresarial, después de 13 años bajo su liderazgo la empresa alcanzó 55 trimestres consecutivos de rentabilidad y un valor de mercado de mil 500 millones de dólares.

La experiencia del actual CEO de BlackBerry no se limita al caso anterior, también ha ocupado puestos ejecutivos en Siemens AG, Pyramid Technology Corp., Burroughs Corp. y la compañía donde inició su carrera Unysis Corp.

Aunque lo cierto es que en su infancia Chen jamás esperó convertirse en un “salvador” de empresas tecnológicas, en una entrevista con Bloomberg comentó que como consecuencia de la guerra una de las mejores opciones para tener una buena vida en Hong Kong era convertirse en científico, ingeniero o matemático.

Empecé a hacer un montón de matemáticas, me gustan. Así que estudié ingeniería y me ha ido muy bien”, fueron sus palabras.
No hay que olvidar que la familia de Chen llegó a Hong Kong huyendo de China, país que en ese momento vivía la posguerra y el comunismo tomaba el poder, por lo que pasó por problemas monetarios y tuvieron que vivir en un apartamento de una sola recámara.

Con el tiempo su familia se hizo de recursos hasta ser considerada parte de la clase media y decidieron mandarlo a estudiar a Massachusetts, en Estados Unidos, donde se graduó como ingeniero eléctrico en Brown University y también obtuvo una maestría en el Instituto Tecnológico de California.

El reto

Fue justamente su fama tras rescatar a Sybase lo que llevó a los inversionistas de BlackBerry a buscarlo y depositar en él la esperanza de recuperar el mercado que una vez tuvieron en sus manos.

La empresa canadiense es considerada como la creadora de los smartphones y llegó a poseer el 20 por ciento de este mercado. Sin embargo, actualmente posee sólo una participación de uno por ciento en el segmento de teléfonos inteligentes, debido a la competencia generada por nuevos equipos con sistemas operativos como Android e iOS, así como el efecto negativo que provocó en sus clientes la caída mundial en sus servicios en 2009.

Antes de que llegará Chen, la tecnológica realizó varios esfuerzos para mantenerse en el mercado como despedir a cerca de cuatro mil 500 empleados alrededor del mundo para reducir costos en 50 por ciento, lanzar su famosa aplicación BlackBerry Messenger en otras plataformas y un nuevo sistema operativo conocido como BB10 que se estrenó con los modelos Z10 y Q10 sin que hubiera signos de recuperación.

El momento más caótico se vivió durante 2013 porque el plan era vender a la empresa por 4 mil 700 millones de dólares a Fairfax Financial Holdings. Sin embargo, este inversionista no pudo recaudar el dinero y los planes se cambiaron.

Fairfax decidió inyectar mil millones de dólares y contratar a John Chen como el presidente interino de la canadiense en lugar de Thorsten Hens.

La locura

Chen ha comentado que en varias ocasiones amigos y conocidos lo llamaron “loco” al enterarse que ocuparía el puesto de presidente interino en BlackBerry, una empresa "sin futuro".

Sin embargo, es enfático en que “no está loco”, aunque en su momento reconoció que las posibilidades de fracasar o levantar de nuevo a la canadiense eran de un 50-50 por ciento.

Desde su llegada y posterior nombramiento como CEO, BlackBerry ha vuelto a sus orígenes y lanzado dos nuevos dispositivos que tratan de atraer a los consumidores empresariales y a aquellos que eran fans del teclado.

Por un lado se lanzó el dispositivo Passport, que tuvo opiniones divididas por su figura cuadrada, y después le siguió el equipo Classic que evoca la nostalgia.

Aunque quizá el mayor reto que debe vencer Chen es la confianza de los consumidores en los nuevos equipos, algo que padece en su propio hogar, porque su esposa es una fan de los dispositivos Samsung.

Hubo una serie de fiestas a las que fuimos y cuando mi esposa sacaba su Samsung, todos me enviaban una mirada divertida. Así que eventualmente tuve que decirle que necesitaba usar un BlackBerry. Ella dijo que no, porque le gustaba su Samsung y yo le dije que me estaba avergonzando”, relató en una entrevista.
Ligeros avances 

En lo que respecta a las finanzas de la empresa, hay ligeras mejoras con respecto a años anteriores desde la llegada de Chen. Por ejemplo, en el tercer trimestre de 2014 se tuvo una pérdida de 148 millones de dólares, en comparación a los 200 millones del mismo periodo de 2013.

Y es que el mismo CEO aceptó, durante la presentación del equipo Classic en Nueva York a finales del año pasado, que no puede arreglar todo al mismo tiempo para hacer que la compañía repunte.

Tengo que tomar un paso a la vez, la pregunta es si tengo tanto tiempo y la respuesta es sí”, declaró frente a la prensa y los socios.
Por lo mismo consideró que el primer paso es generar dinero y flujos de efectivo para poder seguir invirtiendo en innovación, y es que uno de los puntos débiles de la empresa frente a la competencia es la falta de aplicaciones.

A pesar de que Chen ha afirmado en varias ocasiones que no se darán por vencidos y que BlackBerry no está muerta, recientemente se rumoró que la sudcoreana Samsung estaría interesada en comprar a la canadiense.

Ambas empresas desmintieron dicha operación y detallaron que buscan trabajar en conjunto para seguir desarrollando la plataforma de seguridad Knox que funciona en equipos Android. 

Además de trabajar en el sector tecnológico, Chen ha estado involucrado en la mejora de las relaciones internacionales particularmente en el comercio entre Estados Unidos y Asia.  Muestra de esto es que el entonces presidente George Bush le pidió colaborar en el Consejo de Exportaciones en 2005, al año siguiente fue nombrado co-presidente de Fronteras Seguras y Comité de Consejo para Puertas Abiertas.

Nota: dineroenimagen.com

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