domingo, 13 de julio de 2014

Dulces Besos: El éxito en cada bocado



Reconocida como una de las 10 chefs mexicanas más influyentes, Paulina Abascal cuenta sus experiencias como líder y emprendedora.

Siempre tuve claro que quería hacer feliz a la gente con mis postres. Desde niña jugaba con lodo a hacer pasteles y los decoraba con flores en el jardín. No tenía dinero suficiente para mi licenciatura y en México no había escuelas de gastronomía. Estudié hotelería, que era lo que más se acercaba a la cocina. Desde ese momento me propuse a ser exitosa y ocupar un lugar importante en la gastronomía mexicana.
Cuando estás empezando no eres nadie. Lo único que te queda es prepararte y entregarte a tu trabajo para demostrarle al mundo quién eres. Comencé en un lugar de banquetes, donde trabajaba jornadas de hasta 18 horas. Estuve año y medio sin que me pagaran, pero aprendí mucho. Luego, las pastelerías Trico me contrataron y fue cuando pude aportar a la repostería mexicana. La gente empezó a recomendarme y pronto pude tener siete sucursales y a más de 70 empleados a mi cargo.
Mucho ha sido el liderazgo y aprender a delegar. Las personas que trabajan conmigo aman la pastelería, igual que yo, les encanta lo que hago y eso es un plus pues no es gente que sólo está ahí por el sueldo. Actualmente son 11 los colaboradores que tengo de fijo y 20 practicantes. Me gusta darles libertad para que aprendan el manejo de personal y tengan mayores responsabilidades.

Esta es una de las bases del éxito en los negocios, pues no puedes hacerlo todo. Debes aprender a delegar y sobre todo ser muy específico cuando das una orden. Tienes que dar seguimiento a esas instrucciones y aprender a confiar en tu gente.
El parte aguas para mí fue la televisión. Fue cuando me volví internacional y comencé a ser una marca. Luego vinieron los libros, de los cuales el Larousse de los Postres se ha convertido en un best seller. Llevo ya nueve años en El Gourmet y tras la experiencia de 12 años con Trico pensé que era momento de poner mi propio negocio.
Así nació la idea de la pastelería Dulces Besos por Paulina Abascal, que abrí el año pasado en octubre. En los negocios no hay que aventarse como "El Borras", sino conocer primero el mercado, lo que puedes ofrecer y lo que quiere la gente.
Querer es poder. Emprender implica mucho trabajo y mucha presión, pero al final se puede. Soy una persona que se ha ido preparando constantemente porque soy muy luchona, trabajadora y perfeccionista. Estas son los tres aspectos fundamentales para ser emprendedor. Toda la vida me propuse ser exitosa y no me daba la opción de no serlo.
He tenido golpes de suerte y momentos que han sido difíciles, pero siempre he tenido trabajo y me siento afortunada de poder considerarme como una emprendedora, ya que este negocio lo hice sola, sin socios.
Yo diseñé la empresa, la concebí y escogí desde el papel tapiz hasta el piso. Lo hice porque conozco muy bien el giro. Muchas mujeres dicen que su marido no las dejó y que tienen que cuidar a sus hijos. Siento que lo que les hace falta es ponerse los pantalones y decir ¡quiero hacerlo!


                          

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