Estos términos no son opuestos; de hecho, si se adopta correctamente un ambiente creativo, tu empresa será más eficiente y rentable.
Los líderes de negocios perseguimos incansablemente la productividad. Todo lo que hacemos (toda decisión de contratación, compra de software, reorganizaciones, etc) reside en la idea de hacer más con menos. La productividad es el movimiento de los engranes, es la ejecución diaria y la excelencia que mantiene prendidas las luces y los números en negros.
Por el otro lado, la creatividad es inherentemente disruptiva. Es la flama de una nueva idea que es tan brillante que interrumpe lo que estás haciendo, sólo para poder ponerlo en papel. En un primer vistazo, pareciera ser opuesta a la productividad. No puedes cuantificarla ni medirla. Simplemente existe. Y probablemente sea perfecta para desarrollar ideas, pero quizás no para cumplir con fechas de entrega.
¿Puede realmente balancearse la productividad con la creatividad o son contrarias una a la otra? Yo creo que la creatividad lleva a la productividad, tomando en cuenta que es clave crear y nutrir un ambiente laboral que permita que ambas co-existan.
Aquí hay cinco formas en las que adoptar la creatividad en tu organización te llevará a ser más productivo:
1. Motivar la creatividad promueve el trabajar sin límites. Nadie sabe de dónde vendrá la próxima gran idea, pero sí puedo decirte de dónde no vendrá: de la tierra de “siempre se ha hecho de este modo”. Las ideas innovadoras (ya sea un nuevo producto o un proceso más eficiente) son el lugar de donde surgen las ventajas competitivas de los negocios.
Modelar ambientes donde la creatividad pueda inspirar a la gente es la mejor manera de olvidarse de los métodos del pasado. Cuando tus empleados se sienten libres de hacer preguntas, nunca son improductivos.
2. Atañe a otros problemas más grandes. Generalmente, se percibe a la productividad como el lidiar con las mismas tareas de una manera más eficiente. Aunque a veces esto es maravilloso para los negocios, evita que tus empleados se reten a sí mismos para solucionar problemas más grandes.
Si motivas el pensamiento creativo, tu equipo podrá ver el gran panorama y dirigir su enfoque productivo en temas que tienen mayor impacto. Aunque el proceso creativo pudiera parecer menos productivo que simplemente hacer el trabajo, al final puede ayudar a resolver problemas más relevantes. Y es ahí donde la productividad aumenta su significado.
3. Adoptar la creatividad muestra a los empleados que pueden modificar su espacio de trabajo. Dejar que las personas sean más visibles y tengan un mayor impacto en su trabajo es un motivador muy poderoso. Nadie quiere sentirse como un dron, trabajando inconscientemente en una lista de pendientes que pareciera no tener impacto alguno.
Una de las claves para nutrir un espacio laboral creativo es darles a todos los trabajadores una forma de compartir sus ideas. Si lo logras, los harás sentir que su trabajo es valorado y que sus ideas permean la organización.
4. Hace que las personas se involucren emocionalmente. El trabajo sin pasión no es nada. Para muchas personas, en especial para los entrepreneurs e intrapreneurs, esa pasión llega fácilmente. Pero para otros encender esa pasión en el trabajo requiere de mayor motivación. Sin importar cuál sea su área o cargo, los empleados que participan en el proceso creativo pueden adueñarse de una idea y no de una lista de tareas.
Cuando tu equipo puede poseer y nutrir una idea desde el principio hasta su ejecución, se apasionan más y se sienten involucrados emocionalmente, por lo que trabajarán más arduamente para ver su idea convertirse en realidad.
5. Promover la creatividad elimina el miedo al fracaso. Un componente clave para adoptar un ambiente creativo es darle a la gente la libertad de fracasar. El miedo al fracaso es lo que inhibe la creatividad y, en última instancia, la productividad. El miedo nos evita dibujar entre líneas, eliminando toda posibilidad de mejorar o crear nuevas y mejores maneras de trabajar.
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