
La criptografía cuántica funciona con un sistema de computadoras, una red interna de internet, fibra óptica y fotones que son transmitidos a través de la fibra. “Es como una tubería, en los fotones va la información clave, tomamos grandes datos, los encriptamos para transmitirlos, los descriptamos al final de la tubería y los regresamos seguros al resto del sistema. Todo eso en 120 microsegundos”, explicó a Excélsior la investigadora del Laboratorio Nacional de Los Álamos (LANL), Nuevo México, Beth Nordholt.
“Tomamos fenómenos cuánticos, que dicen que cada fotón tiene propiedades específicas. Uno sólo genera un número clave único aleatorio que puede ser encriptado”, agregó Nordholt, quien junto con su equipo realizó un experimento exitoso en el que a través de la criptografía cuántica, controlaron el suministro de energía eléctrica en el laboratorio de la Universidad de Illinois.
Aunque el equipo con el que el LANL hizo el último experimento es grande por la longitud de los cables de fibra óptica, éstos pueden ser reducidos al tamaño de una mano, así que no ocupa grandes cantidades de espacio.
Presupuesto limitado
A pesar de lo vanguardista que suene, aún está lejos de ser un sistema adoptado en la comunidad preocupada por las posibilidades de los hackers de vulnerar desde una computadora cualquier sistema mecánico, eléctrico y de comunicaciones, debido a su precio que puede alcanzar hasta los 15 mil dólares en cada operación que genera un nuevo código único.
“Es muy nuevo para las compañías, están siendo precavidos, pero podría ser adoptado. Depende en qué tanto cree la gente que vale la pena la inversión”, dijo Nordholt.
Una de las ventajas de la criptografía cuántica en el suministro de electricidad es que no necesita ser actualizado, como la mayoría de los procesos de seguridad de internet. “Muchos sistemas necesitan ser actualizados, lo que requiere apagar el programa, pero no puedes apagar la red eléctrica”, explicó Nordholt.
Comunicaciones seguras
Sin embargo, la criptografía cuántica no sólo es aplicable a los suministros de electricidad, también podrían ser usados para tener llamadas seguras, con lo que se resolverían problemas incluso de ciberespionaje.
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