
El experto en internet Thomas Dapp ha creado una teoría acerca de estas gigantes empresas en el que compara su funcionamiento con el de un ecosistema vallado: cada una de ellas crea un ambiente cerrado donde el internauta se siente seguro y todas sus necesidades digitales están cubiertas.
Apple es un gran ejemplo de esta teoría: ofrece software, hardware y contenidos a sus usuarios, cerrando su utilización a los propios productos y servicios por la barrera de las incompatibilidades. Muchos usuarios se plantearán dos veces cambiar de Apple a Android por el tema de la incompatibilidad, este hecho permite a Apple mantener su ecosistema funcionando con pocas fugas.
Amazon es otro ejemplo de la práctica de ecosistemas: además de recibir beneficios con su libro electrónico, la conexión de éste con la tienda Amazon reporta a la compañía muchos más beneficios que los recibidos por la venta del aparato en sí. Además, con esta estrategia, Amazon se asegura una fuente de ingresos a la larga, ya que los usuarios de libros electrónicos seguirán comprando contenidos para nutrirse a través de la tienda.
Muchas de estas empresas se alían con otras para mantener su poderío digital, y su fuerte crecimiento hace pensar que la tendencia se va a mantener en un futuro: estas páginas web estrella se retroalimentan y crean su propio universo del que los usuarios disfrutamos, pero también nos cerramos olvidando en ocasiones la inmensidad de la red.
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