Bergoglio, el primer papa latinoamericano, no ha perdido ocasión para exponer su pensamiento en materia de desigualdad y manejo público de las finanzas y ha abogado por estructuras económicas justas para evitar las tragedias sociales.
Durante su mandato como cardenal de Buenos Aires, Bergoglio denunció al gobierno de su país por permitir el incremento en los índices de pobreza y pidió una respuesta "ética, cultural y social" para subsanar la situación de millones de argentinos que viven en condiciones económicas deplorables. Durante esta denuncia, el pontífice afirmó que "los derechos humanos se violan no solo por el terrorismo, la represión y los asesinatos, sino también por estructuras económicas injustas que originan grandes desigualdades".
Bajo el nombre de Francisco, se espera que el nuevo papa transmita una filosofía económica que combata lo que él llamó actitudes personales o corporativas que generan situaciones de desigualdad. "La pobreza es inmoral, injusta e ilegítima porque ocurre en naciones que tienen condiciones objetivas para evitar o corregir esos daños", dijo en alguna ocasión.
Trabajar por medio del diálogo y de los acuerdos es una responsabilidad conjunta para "transformar esta realidad dolorosa a la que nos referimos al hablar de la deuda social".
En Argentina es conocido como un eclesiástico que pone a los feligreses como su prioridad principal. "Bergoglio es sinónimo de caridad y misión. Él no llama a salir a evangelizar a la calle, él va a ser el papa de la calle", dijo Ana María Pérez, vicepresidenta de Acción Católica Argentina a la agencia de noticias AP.
Su pensamiento social y económico le ayudará a enfrentarse a la difícil tarea de liderar a más de 1.200 millones de católicos en un momento en que la Iglesia se encuentra en medio de escándalos de abuso sexual, disputas y burocracia al interior las exportaciones de petróleoa China se duplicaron hasta 640.000 barriles diarios de la institución y un déficit de $19 millones en el Estado del Vaticano.
En 2011, los ingresos de la Santa Sede fueron de $308 millones, mientras que los gastos llegaron a $326,4 millones, $37,5 millones más que el año anterior.
Los ingresos provienen primariamente de donaciones de sus fieles y se ayuda por medio de su servicio postal y la venta de estampillas, el turismo, las visitas a los museos, las manufacturas a pequeña escala y actividades que le dejan otros pequeños montos como la venta de bendiciones en todos los idiomas.
Aunque no todo son malas noticias: las donaciones de feligreses de todo el mundo se incrementaron 3% hasta $69,7 millones, mientras las cuotas eclesiásticas crecían 7,5% hasta $33,3 millones.
A pesar de las tareas y retos que el nuevo Papa deberá enfrentar, este fue recibido con gran alegría después de que 115 cardenales lo eligieron como el primer pontífice latinoamericano.
Monseñor Héctor Fabio Henao de la Conferencia Episcopal de Colombia aseguró que "es un hombre que en Argentina lo han reconocido como alguien muy sencillo, alguien que ha caminado de la mano del pueblo".
"Con toda la Iglesia universal hacemos un reconocimiento a la amorosa asistencia que siempre reserva el Señor a su Santa Iglesia, quien en su infinita bondad y misericordia ha dado a la comunidad creyente un nuevo pastor", afirmó la Conferencia Episcopal de Colombia por medio de un comunicado.
La nueva autoridad de la Iglesia Católica ocupa el primer lugar en varias categorías. Es el primer papa latinoamericano, el primero en usar el nombre Francisco y el primer jesuita.
Jorge Mario Bergoglio nació el 17 de diciembre de 1936 en Buenos Aires. Su padre y madre eran de origen italiano y su padre trabajó como empleado del ferrocarril. Se graduó como técnico químico y a sus 21 años optó por una vida sacerdotal, en la cual se destacó por su compasión por el pueblo argentino y sus esfuerzos en la evangelización.
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