El suspenso reina en Chipre y en el resto de la Unión Europea luego de que el Parlamento de ese país rechazara este martes por una amplia mayoría un impopular impuesto a los depósitos bancarios, que los prestamistas impusieron como condición para evitar una cesación de pago y un colapso bancario en la isla.
El impuesto es una condición para el rescate de 10,000 millones de euros (12,890 millones de dólares) de la Unión Europea a Chipre. Los países de la UE habían dicho antes de la votación que retendría la ayuda salvo que los depositantes de Chipre compartieran el costo del rescate.
El gravamen que buscaban imponer a depósitos superiores a 100, 000 euros provocó la ira de los habitantes y la desconfianza de los naciones del bloque. Además, un tema importante en las negociaciones fue el alto nivel de depósitos en los bancos de Chipre de ciudadanos y empresas que no son de la UE, especialmente de Rusia.
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