japón y EU lideran los países en aplicar el concepto del “tercer lugar” que de acuerdo con la investigación de mercados IDC, 1 milón 200 personas serán teletrabajadores
CATI CERDA*
Los días en que estábamos obligados a estar sentados en la oficina de 9 a 5 son cosa del pasado. Está cambiando la forma en que trabajamos. La idea del "tercer lugar", un espacio que no es ni la casa ni la oficina pero donde las personas desean pasar una parte de sus vidas, se introdujo por primera vez en 1989 en el libro de Ray Oldenburg “The Great Good Place”. En la actualidad y gracias a la llegada de la tecnología inalámbrica, el concepto ha evolucionado de ser simplemente un espacio cívico o de entretenimiento a aplicarse ahora también a un espacio de trabajo flexible para los teletrabajadores.
Esto se ve reflejado en el informe recientemente publicado por la empresa de investigación de mercados IDC, la cual sugiere que para este año, 1 millón 200 mil personas, un tercio de la fuerza total del mundo, serán teletrabajadores. El empujón a entornos de trabajo más flexibles vendrá probablemente de las necesidades de las empresas y de las personas que empleen. Los estudios muestran que en cualquier momento dado, sólo se usa entre el 40 y el 60% de todo el espacio de oficina.
Las ventajas sociales y profesionales son también claras para los trabajadores. El "tercer lugar" es más flexible que las oficinas. Está más cerca de casa, con lo que se reduce el tiempo de transporte y las emisiones de dióxido de carbono. Las personas encuentran con más facilidad un horario que les convenga, el "tercer lugar" también está personalizado para satisfacer las necesidades de una fuerza de trabajo que es cada vez más autónoma y menos dependiente.
Japón y Estados Unidos (no es coincidencia que sean dos de las tres mayores economías del mundo), junto con China, son pioneros en esta tendencia. Los trabajadores de Estados Unidos son, en la actualidad, los más flexibles en lo que respecta al uso del espacio de trabajo, con un 72,2% de los empleados ya trabajando fuera de la oficina, este porcentaje aumentará hasta el 75,5% en 2013.
Para que tenga éxito una forma de trabajo flexible, las empresas también tienen que dirigir sus planteamientos hacia medidas de productividad y no de simple rentabilidad. Los que lo hagan y se preparen adecuadamente para una fuerza de trabajo flexible se encontrarán en la vanguardia del movimiento del teletrabajo y podrán capitalizar los turnos de la región desde una base de fabricación hasta un planteamiento cada vez mayor en el sector servicio.
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