Eric A. Loth, el actual CEO de la marca de relojes Graham, nace en Bienne, aunque después se mudaría a Le Locle, donde estuvo en contacto con el mundo de la ingeniería, de hecho, su padre fue profesor de la Escuela de Ingeniería de Neuchâtel, por lo cual no podemos sino mencionar que su llegada al mundo de la relojería fue totalmente accidental.
Loth se graduó como ingeniero mecánico en la misma escuela donde su padre era maestro y después se especializó en metalurgia física en la Universidad de Neuchâtel, para posteriormente licenciarse en administración de negocios en la Business Management School en Lausanne.
Sus bases le han permitido crear 24 patentes internacionales en el mundo de la tecnología y aplicaciones relojeras, bajo la filosofía de convertir soluciones técnicas en productos con un gran diseño, además de aplicar la inspiración de otras artes para mejorar sus modelos.
En 1994 tiene la idea de adquirir una de las marcas de relojes de lujo donde pudiera expresar su gusto por las artes y la innovación. Tras una intensa búsqueda se interesó en demasía por la labor y el legado de una marca inglesa: Graham. La herencia de Graham no es poca, ahí se inventó el cronógrafo, además de ser los encargados de abastecer de cronómetros marinos a las embarcaciones de la Marina Real Británica.
Desde a adquisición de Graham por parte de Loth, la marca ha revivido el espíritu británico en la creación de guardatiempos de un diseño contemporáneo, colaborando, incluso, en el diseño e ingeniería de cada uno de los diseños de la marca.
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