viernes, 1 de febrero de 2013

Expertos anticipan el gran descalabro de China


China había crecido a un ritmo aproximado del 10% anual durante dos décadas consecutivas.

La fuga de capitales y una posible explosión de la burbuja inmobiliaria, entre otros factores, ponen en riesgo el crecimiento del gigante asiático.

No todo será una fiesta durante el año de la serpiente en China. A pesar de que ese país es el principal mercado para lossmartphones y gadgets de punta, otros productos, como la vivienda, que ha sido uno de los dos principales motores económicos del país asiático, junto a las exportaciones, no presentan una perspectiva demasiado positiva.
Tras 20 años de crecer a una tasa aproximada del 10% anual, lo que la convirtió en la segunda economía más grande del mundo, con un Producto Interior Bruto (PIB) aproximado de 7.5 billones de dólares, varios analistas internacionales alertan de la posible caída de China. Sus argumentos son varios.
El 1% más adinerado de la población posee de tres a cinco billones de dólares en dinero líquido, acciones y propiedades, señala Victor Shih, profesor de la universidad norteamericana Northwestern. Esa cantidad equivale a las reservas de divisasdel gigante asiático, lo que pone en riesgo la estabilidad financiera del Gobierno si las grandes fortunas deciden dejar el país. Shih enfatiza en que ya existe una fuga importante de capital chino y que los casinos de Macao, son uno de los canales predilectos de los millonarios para llevar su dinero al extranjero.

La burbuja inmobiliaria

El “boom” de la vivienda china no sólo parece haber llegado a su fin, con ciudades enteras que permanecen deshabitadas y consumidores reticentes a pedir préstamos, lo que ha llevado a analistas como Albert Edwards, de Societé General en Londres, a anticipar la explosión de laburbuja inmobiliaria china. No hay que olvidar que el sector de la vivienda representó el 13% del PIB en 2011 y que en 2012 llegó a superar en ingresos incluso a las exportaciones. Según el Instituto Peterson de Economía Internacional, el principal refugio de los ahorradores chinos no es otro que la compra de propiedades, cuyas rentas representan más del 40% de sus ingresos, lo que plantea un dilema.
Si los precios bajan de forma sensible, más personas tendrán acceso a una hipoteca, pero las rentas de muchas familias se desplomarán. Si, por el contrario, los precios aumentan, el acceso a una vivienda será cada vez más inaccesible para la mayoría de la población y no hay que olvidar que la población rural en China, que es la más pobre, también representa a la mitad del total.
En 1979, ocho de cada 10 chinos vivían en el campo. 30 años después, la mitad de la población total continúa siendo rural. Pero su ingreso, tres veces inferior al de la población urbana, no es suficiente para comprar una casa. Los jóvenes recién titulados tampoco pueden hacerlo. Su ingreso promedio roza los 400 dólares por mes, mientras que el costo de un departamento se acerca a los 300 mil dólares.

Dependencia del sector público

Por su parte, Anand Sharma, CEO de la TBM Consulting Group, alerta de que en China más de la mitad del crecimiento económico proviene de la inversión de empresas públicas. “Este año las empresas tienen ya sus almacenes repletos de mercancía”, dijo Sharma en entrevista conAltoNivel.com.mx. “No pueden seguir produciendo al mismo ritmo que antes. La producción se reflejó en el crecimiento de 2012, pero en los próximos años la situación de la industria chinava a cambiar”.  El peligro de una nueva recesión en Europa y la desaceleración en Estados Unidos impactarán las exportaciones chinas, advierte Sharma, lo que frenará el crecimiento.
Además, el directivo de TBM indica que una gran cantidad de empresas norteamericanas y occidentales han vuelto a sus mercados de origen o han dejado el país asiático en busca de otros más competitivos, como México. Las razones, argumenta Sharma, obedecen a la inseguridad que provoca a los empresarios el valor de cambio de la moneda china, el Yuan Renmimbi, que permanece controlado por el Gobierno, el incremento de los costos de producción, sobre todo salarios y fletes, así como la debilidad del mercado interno chino. “El consumidor chino ahorra, porque teme enfermarse y sabe que una buena atención médica cuesta”, comenta Sharma.
El consumo interno en China representó más de la mitad del crecimiento del 2011 por primera vez en 10 años, según The Economist. Sin embargo, la inversión del sector públicopermanece como el principal motor de ese crecimiento. Hasta ahora la inversión pública se ha apoyado en el sector de la construcción de vivienda, ahora la pregunta se centra en qué ocurrirá cuando eso ya no sea posible.   

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