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¿La comunicación en línea afecta tus relaciones en el mundo análogo? Aquí te decimos cómo identificar y tratar una posible adicción.
Las redes sociales son herramientas con las que podemos interactuar con amigos, conocidos y desconocidos, ya que representan de manera digital las interconexiones que de otra manera permanecerían desapercibidas. Al mezclarse cada vez más con el mundo análogo, redes sociales como Facebook oTwitter se han convertido en parte de la vida diaria de miles de usuarios.
Al incorporar otras funciones como la lectura de encabezados de noticias, la difusión de campañas políticas o sociales, el armado de galerías fotográficas y los comentarios sobre deportes, cine o televisión, las redes cada vez llenan más espacio en nuestras jornadas.
El académico británico Nick Couldry acaba de publicar un libro (Media, Society, World) en el que identifica las principales prácticas culturales relacionadas a las redes sociales, y entre ellas se encuentran la creación de bases de datos (de fotos, videos, comentarios), el mostrarte ante los demás y el recibir información constante.
Estas prácticas pueden llevar a un uso indiscriminado y obsesivo de las redes sociales, ya que siempre se encuentran activas y siempre podrías estar subiendo una foto, compartiendo tu estado de ánimo o tus actividades y enterándote de qué pasa en el mundo en general y en la vida de tus contactos.
Esto ocasiona un miedo a perderte de algo (fiestas, eventos, nacimientos, bodas, compromisos), lo que puede llevarnos a consultar y compartir compulsivamente. Y si a esto le agregas el uso de dispositivos móviles, el sentimiento se ve exacerbado por la inmediatez.
Como toda adicción (que se define como una acción que controla la voluntad del individuo), la relacionada con las redes sociales puede ser identificada en sus etapas tempranas.
Test para saber si la adicción te atrapó
¿Te has sorprendido teniendo alguno de estos pensamientos o realizando alguna de estas acciones? Si la respuesta es afirmativa, puede que debas de reflexionar sobre tus hábitos de consumo de redes sociales:
- Te despiertas a mitad de la noche por un vaso de agua, y antes de volver a cerrar los ojos consultas Facebook, Twitter o cualquier otra red social.
- No puedes concentrarte en una actividad por mucho tiempo sin conectarte a alguna de tus redes sociales. Por ejemplo, te encuentras en una junta laboral e ingresas a Facebook por debajo de la mesa.
- Sientes la obligación de compartir todo lo que haces: las películas que ves, lo que comes (¿llegas a un restaurante y lo primero que haces es tomar una foto con Instagram?)
- Sientes que tu trabajo, tu régimen de ejercicio y el tiempo que dedicas a tus relaciones interpersonales se han visto afectados por el uso de redes sociales.
- Consultas tus redes sociales mientras caminas por la calle (¡te pueden atropellar!).
- No puedes tomar unas vacaciones sin buscar tener cobertura de Internet para ingresar a tus redes sociales; te ataca la ansiedad.
6 pasos para controlar tu impulso
Si tu caso no es extremo y no es evidencia de problemas más severos como la ansiedad y la depresión, hay algunas acciones inmediatas que puedes realizar para controlar tu uso de redes sociales, y mantenerlo en niveles saludables:
- Cuando estés en tu computadora de la oficina o tengas que realizar una tarea específica en la casa, no abras la ventana de alguna de tus redes sociales, ya que podría distraerte.
- Desactiva las notificaciones de tu dispositivo móvil relacionadas a tus redes sociales: los recordatorios constantes de que te estás perdiendo de algo podrían ocasionar ansiedad.
- No coloques tu dispositivo móvil sobre tu buró y deja de usarlo una hora antes de irte a dormir.
- Antes de comunicarte con una persona a través de Facebook o Twitter, pregúntate si puedes llamarle por teléfono o incluso en persona: de ser así, hazlo.
- Establece tiempos determinados para divertirte con tus redes sociales. Haz que estos momentos coincidan con tus etapas de menor productividad, como después de la hora de la comida.
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